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jueves, 28 de noviembre de 2013

¿Inocente o culpable?: librojuego para aprender leyes

Hoy he encontrado un proto-librojuego de lo más raro, gracias a una librería de viejo de mi ciudad y con la ventaja de que apenas me costó un euro. El libro está prácticamente nuevo, careciendo de manchas, dobleces, nombre de su antiguo propietario o cualquier marca que afee el ejemplar.
Insisto, una rareza.

Vamos por partes. Efectivamente, me referí a "¿Inocente o culpable?" como un  proto-librojuego en tanto en cuanto no cumple todas las características que este género suele tener. Sin embargo, como veremos, dispone de unos rasgos que sí se acercan al librojuego tal y como lo entendemos, es decir, como un juego literaturizado mediante elecciones en la trama.

Portada de "¿Inocente o culpable?"

Básicamente, este libro (ed. Selector SA, 1991, Mexico, ISBN 968-403-583-7) es una guía para aprender Derecho mediante sentencias y apelaciones. Ahí queda eso. Efectivamente, su estructura se basa en casos legales, reales, de EEUU, Canadá e Inglaterra, algunos de hace más de 100 años.

El objetivo del juego es hacer que el lector y sus amigos (¡ojo!, es para varios jugadores) razonen y polemicen casos que ocurrieron en la realidad, juzgándolos y dictando la sentencia que consideren justa. Una vez discutido el caso, se puede ver (dirigiéndose a la sección correspondiente) el veredicto de la corte y el que resultó de la apelación a un tribunal superior. De esta manera, el jugador/es sabrá/n cómo terminó ese caso en concreto y podrán comparar su decisión con la del jurado y con la del tribunal de apelación. 
Para evitar trampas, las soluciones se han puesto de forma que no se "vean" por descuido, teniendo que prestar atención y buscar la respuesta al caso concreto.

Las normas del juego son sencillas. Un jugador lee un caso y razona su sentencia. Si esta resulta igual a la del jurado, gana un punto. Sin embargo, los demás jugadores pueden no estar de acuerdo y cabe que opten por apelar tal sentencia ante un tribunal de instancia superior. Pero como en la vida real, todo es complicado: apelar cuesta tres puntos. En el caso de que prospere la apelación (aciertan con la sentencia que en la realidad dictó el tribunal superior), estos jugadores ganan 4 puntos cada uno y el primer jugador (el que acertó la decisión del jurado inicial) pierde 2 puntos como sanción.
Pero ¿y si el jugador que inició todo no acierta la decisión del jurado de primera instancia? Pues en ese caso, perderá un punto por sentenciar mal. Pero esto no le evita recurrir, para lo que tendrá que pagar los 3 puntos de rigor. Si en la apelación le dan la razón, gana 5 puntos.
Resumido sería:

- jugador A acierta la sentencia del jurado de primera instancia: Gana un punto.
- jugador A no acierta la sentencia de tal jurado: Pierde un punto.
- jugadores B, C, D... deciden apelar el acierto de A, dirigiéndose a un tribunal superior. Entonces:
  1. Ganan la apelación: cada uno gana 4 puntos, y hacen pagar 2 puntos al jugador A.
  2. Pierden la apelación: les ha costado 3 puntos a cada uno haberlo intentado. No acertaron con lo que el juez real dijo en la sentencia de apelación.
- jugador A no acierta la sentencia del jurado (con lo que perdió ya 1 punto) y decide apelar: le cuesta 3 puntos más si tampoco acierta la sentencia del tribunal superior (total puntos perdidos: 4)
- jugador A no acierta la sentencia del jurado (ya perdió 1 punto) pero decide apelar y sí acierta la sentencia del tribunal de apelación: gana 5 puntos.

Los jugadores se deben turnar para leer cada caso y gana el primero que alcance los 10 puntos. Es posible llegar a tener puntos negativos.

El libro nos presenta 90 casos de todo tipo, en donde podemos ver casos de armas de fuego, animales domésticos, indicaciones incorrectas, agresiones sexuales... En general, un elenco de situaciones reales que se dan en la vida del ser humano en cualquier época.

Caso de exceso de velocidad.
Es importante destacar que en la resolución de los juicios, los autores (Ted LeValliant y Marcel Theroux) nos dan el nombre del caso, año de la sentencia, país y referencia legal para localizarla, lo que personalmente me ha parecido un gesto de seriedad y fiabilidad suficiente.

En resumidas cuentas. El libro es una divertida guía para estudiantes de Derecho anglosajón y una curiosidad más que minoritaria para los librojuegueros, pero no podemos decir que tenga una complejidad lúdica o exceso de imaginación que nos cautive. No obstante, lo curioso de su temática e instrucciones de uso hacen de él una joya que nos produce un sentimiento de simpatía total.

Lo dicho: lo que se encuentra en librerías de viejo por un euro...

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